Intervención realizada en 1997 en la A.C. Cruce, Madrid.
Sobre que todo objeto y uso relacionado con el espacio-marco donde se desarrolla la intervención forma parte ésta.
Las salas de la planta baja de Cruce cumplen tres funciones muy determinadas. De ahí que tamaño y localización sean elementos significativos. A la entrada se sitúa la zona de gestión, luego los espacios vacíos dedicados a exposición y, en un rincón, al fondo, el almacén. Parece lógico pensar que cada cosa está en el sitio en que mejor funciona y que estas disposiciones caracterizan el lugar como entorno artístico y como uno determinado. Todos los objetos muebles del espacio de la planta baja fueron colocados formando un aro en uno de los espacios expositivos, yuxtaponiendo libros, fregonas, ordenadores, martillos, latas de pintura, ficheros, marcos, dossieres, estanterías… Como resultado quedaron vacíos los espacios de gestión y almacén convertidos ahora en espacios visitables. Todos los objetos, tanto las fregonas como los ordenadores siguieron funcionando correctamente en su nuevo emplazamiento.