La batalla de Madrid. 55’ 45”
En colaboración con Marianela León
El film-acción, La batalla de Madrid evoca varios de los acontecimientos históricos sucedidos en 1936 en clave de acción artística y danza. La obra superpone escenario y contexto al desarrollarse en los paisajes que ocupan hoy el momento espacio-temporal que en su día ocuparon los acontecimientos narrados. Es una obra de historia, cuerpo y paisaje. Revisitamos lugares donde sucedieron hechos importantes relacionados con la Batalla de Madrid. Trabajamos en ellos desde la intuición, la inmediatez y la actualidad. Bailamos en la calle y registramos el acontecimiento de manera que cada sesión de grabación se convierta en una performance nueva. El sentido de la narración final surge en el montaje.
La puesta en escena, por muy leve que sea (basta con determinar una localización), cuestiona el grado que ha de tener una acción para que no se diga de ella que espectaculariza. Al poner en conexión el arte de acción, el vídeo y la historia, esta obra trabaja con una serie de conceptos un tanto contradictorios y que parecen difícilmente mezclables. Es casi normativo que toda performance debe atender al tiempo, al espacio y a la presencia. También se suele decir que la performance trabaja con el presente en tiempo real, con lo cotidiano y que, dadas estas premisas, es un arte efímero. Por otro lado, con el vídeo se realiza una labor de registro. El espacio y el tiempo registrados de la acción, que aquí no son reales sino virtuales, pierden su carácter efímero en la permanencia de ese registro y en la posibilidad de su reproducción y revisionado. Y el montaje acaba por sustituir el tiempo real de la acción por el tiempo real de la vídeo-acción, a la vez un tiempo ficcional que lo sitúa en la dimensión simbólica de lo real. Para terminar de complicar el encaje de conceptos en esta obra, encontramos a la historia (que trabaja con la ausencia en oposición al arte de acción que lo hace con la presencia) y su cometido principal: influir en el presente tras releer y reconstruir, a través de huellas, documentos, registros y archivos, el tiempo pasado.